-
Fotografías:Renzo Rebagliati Fotografía
-
Proveedores: Casa Rosselló, Dekomundo, Ilumina Lámparas Decorativas., Ladrillera Cabrera, Textrupro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El primer local de Maestro Tzu es un espacio diseñado para disfrutar comida china en un lugar cálido, místico y acogedor. Desde su ubicación en el centro comercial hasta la configuración espacial original del local, resultaba un proyecto complejo pero sumamente interesante.
En este proyecto, el concepto e identidad del restaurante, al tratarse de una nueva marca, se fue aterrizando en el transcurso del diseño arquitectónico. Se trabajó de manera paralela con el estudio de branding: Kilka, creándose una sinergia de constante retroalimentación interdisciplinaria; siempre cada parte avocándose más a su respectiva especialidad. Fue así como Kilka se termina involucrando también en la etapa final de decoración así como TRU interviene al inicio del proyecto en el concepto de la marca.
Se trata de un local de 3 niveles en donde uno ingresa desde el nivel más alto y se va sumergiendo dentro de la tierra sin saber qué encontrará en el interior. En la propuesta arquitectónica, decidimos sacarle provecho a esta situación para crear intriga. Al tratarse de un local angosto pero con un amplio frente con vista al mar, se crea un recorrido vertical fluido que integre espacialmente los 3 niveles. Esto se logró utilizando dobles alturas y efectos de iluminación así como trabajando con elementos decorativos que ayuden a dar escala a los espacios.
Para resolver la división horizontal del local en 3 niveles, se ubicó la cocina, baños y áreas de servicio hacia el fondo del local separando las áreas más públicas de las privadas haciendo uso de un eje transversal de escaleras. La cocina se ubicó en el nivel más bajo por un tema de privacidad y se propuso un montaplatos que conecta todos los niveles para disminuir el tráfico de servicio en las escaleras; dejando estas de uso casi exclusivo para los comensales. Los recorridos peatonales son precisos para aprovechar la mayor cantidad de área para mesas.
Este proyecto nos permitió explorar varios aspectos materiales y sensoriales logrando una experiencia espacial que por la ubicación, vista que ofrece y decoración, no se replica en otro lugar. El concepto místico y ancestral de la marca, va de la mano con la cultura China y la comida que se sirve. Lo artesanal de los materiales utilizados hace que uno sienta siquiera por un momento, que se ha transportado a la casa de un mítico personaje en el Oriente, lejos de Larcomar y del bullicio de la ciudad. Mientras uno se sumerge más en el local, este adquiere una escala y ambiente cada vez más íntimo y acogedor creando una sutil transición entre el exterior e interior. Por último, complementando la materialidad, algunas formas y elementos típicos de la arquitectura China, fueron reinterpretados para presentarlos de una forma mucho más contemporánea logrando así uno de los principales objetivos en la propuesta: diseñar un restaurante de funcionamiento y “look” contemporáneo, utilizando elementos y materiales simples y tradicionales.